varicela

¿Tu hijo tiene la varicela? No te preocupes, es algo habitual en los niños. Es una enfermedad con un alto índice de contagio pero que por lo general no es peligrosa. Lo más habitual es sufrir la varicela antes de los 10 años. Una vez pasada, la persona queda inmunizada de por vida. Es una enfermedad que rara vez aparece en los adultos pero que en caso de presentarse puede tener más complicaciones que en los pequeños. Es importante que todos los miembros de la familia que convivan con el niño afectado se informen de si han pasado la enfermedad de pequeños.

¿Varicela? Como siempre, lo primero es acudir al médico

Antes que nada, al igual que debemos hacer con cualquier problema de salud, lo primero es acudir al médico. ¿Estás buscando información por Internet sobre la varicela y todavía no has pedido cita con el pediatra? Mal. Siempre debemos actuar bajo las instrucciones médicas de un profesional y nunca por nuestra cuenta. Por supuesto que puedes buscar información para tener una primera idea de qué es a lo que nos enfrentamos, pero no se te ocurra jamás iniciar tratamientos por tu cuenta, puede ser muy peligroso.

¿Cómo se contagia la varicela?

La varicela puede contagiarse de otras personas desde 1 día o 2 antes de que el paciente infectado presente ampollas. El contagio puede producirse si una persona con varicela estornuda o tose cerca. También puede contagiarse si se tocan los líquidos de las ampollas de varicela.

¿Qué síntomas de la varicela se observan?

Los primeros síntomas son la fiebre, el dolor de cabeza y el estómago. Al ser síntomas comunes de muchas enfermedades, es difícil percatarse de que una persona está infectada de varicela hasta que aparecen las primeras ampollas en la piel.

El sarpullido tiene lugar entre 10 y 21 días después de haber tenido contacto con el virus. Suelen aparecer entre 250 y 500 ampollas pequeñas, llenas de líquido sobre manchas rojas de la piel.

Que no se rasquen

Es importante evitar que los niños se rasquen. Es una tarea complicada ya que son niños, pero el rascado puede producir infecciones, y en consecuencia cicatrices que pueden permanecer de por vida. Un buen consejo es cortarle las uñas a los niños y mantenérselas limpias para que en caso de que se rasquen las probabilidades de infección sean menores.

Prevención y tratamiento para la varicela

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Tal y como explicamos en el artículo en el que hablábamos sobre el calendario de vacunaciones de los bebés, la vacunación contra la varicela está incluida en el programa oficial. En caso de que un niño vacunado contraiga el virus, los efectos serán mucho más leves. Presentará menos de 30 costras y la recuperación será mucho más rápida.

En caso de encontrarnos ante un niño sin vacunar que ha contraído la varicela, por lo general lo único que podemos hacer es realizar tratamientos para aliviar los síntomas. Cremitas, antihistamínicos y calmantes… consulta con el médico para ver cual sería el más apropiado.

Existen tratamientos con medicinas pero no se administran salvo en casos graves. Es importante no darles ibuprofeno o aspirinas a los enfermos de varicela ya que pueden desencadenar afecciones secundarias más graves.

En conclusión, si tu hijo ha contraído la varicela deberás tomarte este mal trago con paciencia y tranquilidad. Y un plus de vigilancia para evitar en la medida de lo posible que tu hijo se rasque.

Si necesitas más información puedes acudir a lugares de confianza como el apartado sobre la varicela de la web del Ministerio de Sanidad o el artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

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