Los bebés empiezan a desarrollar sus dientes entre los 4 y 7 meses meses de edad. Puede darse el caso de que sea un poco antes o un poco después, pero por lo general esos son los tiempos. Hasta el primer año de edad es normal si tu hijo muerde ya que están experimentando con sus nuevos dientes.
En las primeras fases de la salida de los dientes seguramente muerdan también por el estrés que les produce el dolor de los propios dientes. Por lo tanto, aunque debemos hacerles ver que no está bien morder a otras personas por ejemplo enseñándoles a dar besitos en su lugar, no debemos preocuparnos.
Sin embargo, a partir del año de edad, si tu hijo muerde sí que debemos evitar que continúe con esta actitud de una manera más insistente. Ya tienen la fuerza suficiente como para poder hacer daño a otros bebés o incluso adultos.
¿Por qué muerden los niños de más de un año de edad?
- En caso de que todavía no hablen es muy posible que utilicen los mordiscos para comunicarse.
- Otro posible motivo son los nervios y el estrés. Por ejemplo, al separarse por primera vez de sus padres al dejarlos al cuidado de otras personas. También puede ocurrir con la llegada de un hermanito, una nueva mascota o incluso en reuniones familiares multitudinarias a las que no están acostumbrados.
- Por imitación. Puede que hayan visto a otros niños morder en un ambiente de aprobación. Es decir, que alguien le ha reído su acción cuando lo ha hecho. Por lo tanto, el niño cree que morder es algo positivo.
- Por problemas emocionales más profundos. Si no detectas algunos de los motivos de los puntos anteriores, es posible que sea debido a problemas psicológicos más profundos. En este caso deberías consultar a un especialista.
¿Qué hacer si mi hijo muerde?
- Jamás, bajo ningún concepto, hay que reírle un mordisco.
- Atiende primero a la víctima y aparta de la actividad lúdica al niño que ha mordido. Que comprenda que con esa actitud se acaba la diversión.
- Explicarle de forma firme y decidida que lo que ha hecho está mal. Hay que tener paciencia porque a esas edades la capacidad de comprensión es limitada. Seguramente habrá que explicárselo en varias ocasiones.
- No hay que responder agresivamente. No hay que devolverles el mordisco para que comprendan que eso duele. Una reacción así les confundiría. Por una parte les estamos diciendo que no muerdan y por otro lado les estamos mordiendo. Tampoco hay que pegarles para que no lo vuelvan a hacer porque puede provocar problemas más graves de agresividad en el futuro.
¿Has tenido problemas al respecto con tus hijos? No dudes en contarnos cómo lo resolviste.