Hoy en día, muchas veces las mujeres estamos en desigualdad respecto a los hombres: nuestros trabajos son más precarios y tenemos peores condiciones en torno a la conciliación. Además, existen los techos de cristal y ganamos menos dinero por el mismo trabajo.  En la Fundación Concilia siempre que podemos nos hacemos eco de estas situaciones injustas. En esta ocasión, no tiene nada que ver con las condiciones laborales, aunque igualmente se ha cometido una injusticia.

La perjudicada por su condición de ser chica ha sido Marta Escribano. Se trata de una niña de 12 años a la que no han dejado jugar la final de un torneo regional de fútbol sala. ¿El motivo? Simplemente ser una chica.

DESIGUALDAD EN EL DEPORTE BASE: ¿VALORES Y EDUCACIÓN?

El pueblo de Marta, Zarzuela del Pinar, no llega a 500 habitantes, por lo que en localidades de este tamaño es frecuente que niños y niñas formen parte del mismo equipo.

Marta juega con su equipo habitualmente (desde los seis años) y durante la fase provincial consiguieron vencer y pasar al torneo autonómico de Castilla y León. Ahí, la legislación prohíbe los equipos mixtos, y por este motivo no dejaron jugar a Marta con sus compañeros.

El deporte transmite valores muy positivos como la igualdad, la solidaridad, el compañerismo… Sin embargo, por desgracia a Marta le han hecho vivir otros como injusticia y desigualdad.

LLEGARON A DESCALIFICAR AL EQUIPO DE MARTAconciliación-marta-escribano-injusticia-deporte

En uno de los partidos el equipo de Marta fue descalificado por la participación de la niña. Afortunadamente, el equipo rival retiró la reclamación y el equipo pudo seguir jugando, eso sí, con Marta viendo los partidos desde la grada. Si hubiera jugado, el equipo hubiera incumplido la norma y hubiese sido descalificado.

«Es muy injusto que no me dejen jugar al fútbol por ser niña. Yo formaba parte del equipo y me sentía una más», dijo la propia Marta en declaraciones a Cuatro. ¿De verdad es necesario hacer sentir así a una niña que solo ha querido jugar al fútbol con sus amigos?

EL INMOVILISMO DE LAS LEYES

En ocasiones, los órganos de decisión se justifican alegando que la ley es inquebrantable y por tanto se debe hacer cumplir estrictamente. Es decir, aunque no estén de acuerdo con la decisión tomada, no pueden dejar de cumplir la ley.

Queda claro que el caso de Marta es injusto. ¿Por qué no puede jugar una niña de 12 años con su equipo de fútbol? Si existe una ley que lo prohíba, ¿por qué no se puede cambiar? ¿Es preciso que haya una perjudicada para que se cambien las leyes?

Es posible que el caso de Marta nunca haya sucedido previamente, y por eso no existía una legislación actualizada al siglo XXI, donde niñas y niños forman parte de equipos mixtos en el deporte base.

Desde Baby Essentials queremos hacernos eco de esta situación injusta. Generalmente hablamos de condiciones desiguales en materia de conciliación, pero hoy teníamos que escribir de la injusticia de Marta. Y desde aquí queremos dejarle un solo mensaje a Marta:

«Disfruta de tu medalla, te la has ganado».

Fotos: escuellar.es y Cuatro.

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