El verano ya está a la vuelta de la esquina y con él vienen los cuidados de tu bebé para afrontar el cambio de temperaturas y satisfacer sus necesidades nutricionales. Las frutas de temporada siempre serán una excelente elección ya que son deliciosas y muy nutritivas. Aquí 4 opciones deliciosas que tus hijos van a disfrutar y agradecer.
SANDÍA. DELICIOSA HIDRATACIÓN
Cerca del 93% de esta fruta es agua, lo que la convierte en un potente hidratante ideal para los pequeños, de ahí que dos tajadas de sandía equivalgan a un vaso de agua. Con pocas calorías es rica en sales minerales, potasio y magnesio. Sus potentes propiedades antioxidantes cuidan la salud y previenen enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Te recomendamos ofrecerla a tu bebé a partir de los 6 meses como merienda o en el desayuno.
FRESA. INTENSO SABOR
Su cultivo suele darse hacia el final del invierno y durar toda la primavera y gran parte del verano. Contiene importantes niveles de vitaminas A, C, B1 y B2, calcio, fósforo y hierro. Poseen propiedades bactericidas, antioxidantes y su contenido en fibra las convierte en laxantes naturales pues activan el correcto funcionamiento intestinal. Expertos no recomiendan su consumo en bebés de menos de un año, incluso hay quienes recomiendan esperar hasta los 18 meses.
ARÁNDANOS. SNACK IRRESISTIBLE
Contiene importantes propiedades que alivian los problemas circulatorios. Un 85% de los arándanos es agua y aportan 25 Kcal por cada 100 gramos. Su zumo mantiene intactas las características nutricionales de la fruta junto con un delicado aroma y delicioso sabor. Suelen encontrarse desde el principio de la primavera hasta el invierno. Posee múltiples propiedades beneficiosas para la salud, especialmente en la infancia. Son fáciles de consumir sobre todo en el desayuno. Este fruto tiene la capacidad de proteger a tu bebé de infecciones urinarias.
MELOCOTÓN. SABOR ENCANTADOR
Esta es una fruta que posee una ligera acidez, que estimula la digestión. Un 90,7% del melocotón es agua, por lo que también forma parte de las más refrescantes, y aporta 27 Kcal por cada 100 gramos. Especialistas aconsejan ofrecerla a los niños a partir de los seis meses o incluso esperar hasta los 12 meses.